El nuevo marco económico, donde nos vamos a desenvolver en
los próximos 4 años, y si no lo solucionamos, seguro que serán 8 años, tiene ya
su arquitectura básica, cambios legislativos electorales que primaran los
escenarios actuales en todos los niveles de la Administración Local, Regional y
Nacional.
Los economistas, llamados neocom o liberales al uso, del
futuro equipo económico, marcan los ritmos de una transformación del 70%público
y 30% privado, al 70% privado y 30% público.
Ese planteamiento básico es la materialización de la llamada
liberalización. La idea se desarrolla en diferentes escenarios, por un lado la
limitación al financiamiento público mediante la prohibición de déficit publico
en parámetros mínimos.
La labor tradicional de infraestructuras públicas pasaran al
campo de la iniciativa privada en dos sectores de tamaño relevante en la
economía Sanidad y Educación, en una y otra, la potenciación de privatizaciones
de servicios, cofinanciación del usuario, y reajustes en prestaciones, harán
generar un poderoso sector privado vinculado con financiación público-privada y
sujeto a mecanismos de mercado, tanto en actividad como en recursos.
Para ello el siguiente paso, o simultaneo, será la
liberalización de relaciones laborales, bajo el prisma de empresa, la
negociación empresarial de las condiciones de trabajo bis a bis, generando
escenarios micro empresarial de marcos laborales-empresa.
La estructura fiscal, debe acondicionarse a estas ideas y
pasaremos de un sistema directo a otro indirecto, donde los tributos se
incorporaran en buena medida a los precios de mercado y se convertirán en
automáticos para la gestión fiscal, amén de proyectar una neutralidad en las
rentas de clases medias y altas (más IVA, más impuestos Especiales)
Este velo impositivo, emulara las iniciativas empresariales
y el gasto de las rentas superiores a 20.000 euros (un 40% de las rentas
declarada), expansionando la demanda interna de la economía. y con toda
seguridad, un Plan Europeo por nuevas infraestructuras de comunicación (Comercio
Marítimo y Ferrocarriles), que actuará como impulso del inicio del crecimiento.
El paso de las liberalizaciones con desregularización,
permitirá terminar la privatización empresarial iniciada por el PP, y
simultáneamente, introducir nuevas regulaciones en energía (nucleares),
apertura de mercados en la economía de servicios (la trasposición de la ley
ómnibus), reducción o regulación de los cuerpos funcionariales o en su caso la
limitación o desaparición para pasar a ser laboralizados, procesos de
concentración empresarial (finanzas, seguros. comunicaciones, mas media…)
A la espera de poder ampliar nuevas pautas, estos
escenarios, sin lugar a dudas supondrán impulsos económicos en la actividad,
eso sí con una bajada de salarios del orden del 25%, una devaluación vía
inflación del nivel de vida (del 10% adicional) y una concentración privada de
la economía, abriéndose las distancias en más de 20 puntos entre el 20% de la
población con el otro 80%, tanto en calidad de vida como en la obtención de
bienes y servicios de los ciudadanos.
El estado se limitara al 30% del PIB, y las empresas tomaran
las riendas de la economía de servicios sociales-económicos, todo estará en la órbita
del copago y con el techo de las pensiones, se producirá un surgimiento de los
fondos privados, incluso trasvase de los derechos públicos a los privados (también
llamados a la “chilena”)
Lentamente pasaremos del Bienestar al.......... Malestar
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