Tras más de 50 años transcurridos desde la implantación actual del sistema han ocurrido sustanciales cambios y el primero y principal un nuevo sistema político, democrático, que ha ampliado el sistema , mejorando pensiones bajas y ampliando coberturas inexixstentes, trasladando la demanda social a un mayor déficit del sistema y una mayor cobertura de las pensiones mas bajas.
La dependencia del voto, hace que el gestor cuatrienal de la democracia sea especialmente sensible con la delimitación de su mandato, la sucesiva ampliación de complementos a mínimos y la ampliación de coberturas a los autónomos , ha hecho que 1/3 de los pensionistas actuales tengan una balanza a su favor entre lo aportado y recibido, ese déficit es ya estructural y creciente , con lo que , el último dato acumulado indica que se percibe 1,3 euros por cada 1 aportado en mas del 50% de los pensionistas actuales. sociales, demográficos y económicos que no han tenido su correspondiente traslado al sistema de pensiones. Solo se han efectuado algunos cambios paramétricos y una reforma, la de 2013, que propuso la utilización de mecanismos automáticos para conseguir dos objetivos: una mayor equidad intergeneracional (mediante el factor de sostenibilidad) y un déficit financiero cero (mediante el índice de revalorización de las pensiones, IRP). Sin embargo, ambos mecanismos están actualmente suspendidos, con lo que el déficit estimado anual del 1,8% del PIB (20.000 mm de euros) sera financiado con deuda ,e incrementara la ya existente de todas las administraciones públicas en un 2% anual adicional.
Y si la economía sufre un parón y las revisiones salariales del Estado continúan crecientes , el déficit se doblara y en igual medida la deuda del Estado para un escenario 2020/2021.
Y si la economía sufre un parón y las revisiones salariales del Estado continúan crecientes , el déficit se doblara y en igual medida la deuda del Estado para un escenario 2020/2021.
Se requiere , ante la insuficiencia de ingresos del Estado, una autoridad independiente gestora de las pensiones, que mantenga el sistema y que los acuerdos parlamentarios y de gobierno que alteren, modifiquen o implementen mejoras por encima de los cálculos actuariales y reglados , supongan una carga o aportación del Presupuesto del Estado, evitando quizás ese ciclo político que socava el sistema desde hace 25 años, con una ratio actual de 2,33 cotizantes por pensionista y con un máximo histórico de 2,6 , podemos llegar a tiempo de tomar decisiones definitivas que limiten riesgo e incertidumbre a los actuales cotizantes.
